Introducción: Ahorrar está bien, pero no es suficiente.
Ahorrar es un paso fundamental en cualquier camino hacia unas finanzas personales sanas. Si has conseguido reunir algo de dinero, ¡felicidades! Eso ya te diferencia del 90% de la población. Pero aquí va una verdad incómoda:
“El dinero parado pierde valor con el tiempo.”
Sí, la inflación es como el óxido del dinero. Si dejas tus ahorros quietos, cada año valen un poco menos. Por eso necesitas hacer que tu dinero trabaje por ti.
Pero no te preocupes: no hace falta meterse en líos ni asumir grandes riesgos. En este artículo veremos 4 opciones seguras para que empieces a mover tus ahorros sin sustos, pensadas para quienes aún están dando sus primeros pasos.
1. Cuenta remunerada: tu punto de partida
Una cuenta remunerada es una cuenta bancaria que te paga un pequeño interés por tener tu dinero allí.
Ventajas:
- Total liquidez (puedes sacar el dinero cuando quieras).
- Sin riesgo (hasta 100.000 € están cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos).
- Fácil de abrir y gestionar desde tu banco online.
Ejemplo sencillo:
- Tienes 2.000 € ahorrados.
- Lo colocas en una cuenta remunerada que te da un 2% anual.
- A final de año tienes 2.040 € sin hacer absolutamente nada.
Ojo: algunas cuentas tienen un tope (por ejemplo, solo remuneran los primeros 10.000 €) o condiciones (como domiciliar tu nómina). Revisa la letra pequeña.
📌 Ideal si: acabas de empezar a ahorrar y quieres mantener acceso total a tu dinero mientras te genera algo.

2. Depósitos a plazo fijo: seguridad y tranquilidad
Un depósito a plazo fijo es como un préstamo que tú le haces al banco: le dejas tu dinero durante un tiempo (6, 12, 24 meses…) y a cambio te pagan un interés fijo.
Ventajas:
- Cero riesgo (también cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos).
- Sabes desde el principio cuánto vas a ganar.
- Intereses más altos que en una cuenta remunerada.
Inconveniente: no puedes sacar el dinero hasta que acabe el plazo sin penalización.
Ejemplo sencillo:
- Inviertes 5.000 € en un depósito al 3% anual a 1 año.
- Al final del año tienes 5.150 €.
📌 Ideal si: tienes un colchón de emergencia aparte y puedes dejar parte de tus ahorros quietos durante un tiempo.
3. Fondos de inversión conservadores: paso suave hacia la inversión
Un fondo de inversión es un producto donde muchas personas ponen su dinero en común para que un gestor lo invierta en distintos activos (bonos, acciones, etc.).
Si eres principiante, puedes optar por fondos conservadores o mixtos, que suelen invertir más en renta fija (bonos del Estado, deuda de empresas) que en acciones.
Ventajas:
- Accedes a una cartera diversificada sin necesidad de ser experto.
- Puedes retirar tu dinero en cualquier momento.
- Te permite ganar más que en productos 100% garantizados, con un riesgo moderado.
Riesgo: aunque es bajo, existe. Puede haber pequeñas oscilaciones en el valor del fondo.
Ejemplo sencillo:
- Inviertes 1.000 € en un fondo conservador con rentabilidad media del 3-4% anual.
- A largo plazo, puedes obtener más rendimiento que en una cuenta bancaria.
📌 Ideal si: ya tienes tu colchón de emergencia cubierto y quieres que tus ahorros empiecen a crecer, aunque sea poco a poco.
“Diversificar no te hará rico de la noche a la mañana, pero sí evitará que te arruines por completo.” — Harry Markowitz
4. Aportaciones periódicas a fondos indexados
Si te suena a chino, no te preocupes. Los fondos indexados son una forma barata, fácil y segura de invertir en el largo plazo.
Replican el comportamiento de un índice bursátil (como el IBEX 35, el S&P 500 o el MSCI World). Y si en lugar de poner todo el dinero de golpe haces aportaciones mensuales pequeñas (por ejemplo, 50 € al mes), reduces el riesgo de comprar en un mal momento.
Ventajas:
- Costes bajísimos.
- Históricamente, a largo plazo, superan a la mayoría de productos de inversión activa.
- Puedes empezar con muy poco dinero.
Ejemplo sencillo:
- Aportas 50 € al mes durante 5 años a un fondo indexado al MSCI World.
- Si ese fondo gana un 6% anual, podrías tener unos 3.500 € al final, habiendo aportado 3.000 €.
📌 Ideal si: no necesitas el dinero en el corto plazo y quieres empezar a invertir con filosofía a largo plazo.
“Invertir en un fondo indexado es lo más cercano a una apuesta segura para el inversor medio.” — Warren Buffett

¿Y el clásico ‘guardar en casa’?
No lo recomendamos. Tener efectivo bajo el colchón:
- No genera intereses.
- Está expuesto a robos o pérdidas.
- Pierde poder adquisitivo por la inflación.
Ten algo de efectivo por seguridad (100-200 € si acaso), pero el resto… mejor que trabaje por ti.
Conclusión: Mover tus ahorros sin miedo
No necesitas ser economista para tomar buenas decisiones con tu dinero. Solo necesitas:
- Un pequeño colchón de emergencia.
- Saber qué parte puedes mover.
- Elegir el producto que más se adapta a tu perfil.
Si estás empezando, combina una cuenta remunerada con un fondo conservador o indexado. Hazlo poco a poco, sin miedo y con constancia. A largo plazo, tus ahorros te lo agradecerán.
“La inversión más rentable es la educación financiera.” — Estilo Bartolo
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